Cuando estoy con mi taza de té hago un ejercicio de contemplación. Eso en mí tiene su historia. ¿Quieres saber de dónde salió esa afición?
Vino de mi mami, como muchas de las cosas que comparto en el mundo gastronómico.
Esto es porque en las tardes, mi madre para bajar un poco sus revoluciones, se hacía una taza de té.
Una de mis misiones aquí en estos espacios es aterrizar los conceptos para que sean masticados y digeridos. ¿Estudio de mercado, a qué suena?
No me negarás que cuando alguien te habla de eso, lo que quieres es salir corriendo.
Y resulta que lo haces con frecuencia desde hace años. Y mejor aún, tu actuar es similar al de tus clientes potenciales. ¿Y entonces? ¿Me vas a decir que te cuesta? No, en realidad no.
Propuesta de valor... ¿A qué te suena ese término? Con sinceridad te digo que cuando comenzó mi ruta por todo esto de emprender yo no manejaba este concepto. Y tengo la sospecha de que a muchos les pasa lo mismo.
¿Es un error? En sí, no. Con el tiempo comprendes que todo es perfecto porque cuando escoges tú mismo como vas a vivir la aventura de emprender , las cosas suceden como corresponden.