Muchas personas que me conocen desde hace poco piensan que mi formación viene de una escuela de cocina. Te doy la sorpresa de que no, pero si te puedo decir cómo hacer para formarte.
La historia realmente la conoces. Madre con sazón espectacular, atiende a su marido y cinco niños -de quienes yo soy exactamente la última- y elige que los fogones serán su manera de desestresarse y además mantener a su familia unida.
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Para aprender a cocinar bien, primero observamos
Considero que esa fue la primera de las técnicas. Observar como mi madre hacía esa logística de combinar sus labores de oficinista, con el impecable funcionamiento de su hogar. Hoy día hay técnicas sistemáticas más modernas, como por ejemplo el Batch cooking, (que si no sabes lo que es, vete luego al enlace de la palabra). Lo que sea, para mantenernos alimentados, tranquilos y felices, sin morir en el intento.
Luego elegí una carrera del mundo de los negocios. Un poco estimulada y orientada por mi padre, porque eran las habilidades que en mi veía… Y claro que las tengo. Gracias a ello soy una apasionada de los procesos y por eso apoyo a los emprendedores a que sistematicen su tareas, haciéndolas productivas y rentables entre otras cosas.
Pero como bien se dice en casa, que lo que se hereda no se hurta, pues tarde o temprano en mi destino estaría escrito que profundizara mi pasión por la comida. Honestamente pienso que es de las etapas que más he disfrutado.
Es verdad: La gastronomía es un arte en que puedes formarte por ti mismo, sin casi ningún apoyo (gracias a la magia de San Google, con sus recientes parientes tic-toc, youtube, instagram y hasta pinterest).
Pero es un camino bastante largo y lleno de púas y curvas. Además, hay tanta información por allí -cierta o no, realmente es otro tema- que corres bastante el riesgo de perderte o de una infoxicación. Así que mejor nos enfocamos un poco y me gustaría revisar contigo ciertas cosas, para evitarte esos arañazos o errores innecesarios. ¿Me acompañas?
Mise-en-place: Antes de seleccionar una escuela de cocina…
O cualquier otro tipo de formación, es mejor investigar qué perfil quieres tener. A mucha gente le asusta mirarse hacia dentro, pero yo no consigo otra manera en que puedas encausar tu esencia, tu propósito y tu diario quehacer.
Este camino no es recto, exacto, ni es una tabla de la cual no te vas a salir. Aunque algunas cosas tengan el rigor de la repostería, creo que los maestros llegan cuando los alumnos están preparados. Y eso es, poner todo en tu mesa, en su santo lugar que es exactamente opuesto a ponerte a cocinar sin saber qué hay en tu despensa o nevera.
Busca información, toma notas, ve erigiendo así sea por proyección esa escultura de ti en qué te convertirás. Cuando tengamos esos ingredientes lavados, porcionados y organizados iremos a lo próximo.
Traza tu plan para tener técnica y estilo
¿De dónde los sacarás? Y aquí es justo donde te digo que ya definido quién quieres ser, que parte de la cocina te gusta más y si quieres tener un negocio o no de ello, viene el apoyo fundamental de esas personas con experiencia que pueden orientarte y contribuir a lo que será tu mejor tesoro: Tus conocimientos.
En estos momentos de la vida está más que derrumbado el mito de que los trucos de los cocineros jamás se revelan. Al mismo tiempo he percibido que hay más espíritu de alianza y colaboración que en tiempos pasados, de los profesionales dedicados a la gastronomía.
Más si he visto fundamental buscar, así sea en alguna etapa, un mentor o maestro al menos, si no fuese una escuela de cocina como tal tu formación inicial.
Decirte por dónde comenzar sería muy aventurero de mi parte. Ni te conozco, ni sé realmente los intereses que tienes y en qué has identificado hay posibilidad de desarrollo.
Es más bonito -y también más honesto- que te comente un poco cómo he aprovechado estos tiempos de resguardo para aprender y encajar esas piezas que ya había identificado me faltaban. También de alguna manera mostrarte ideas de cómo puedes construir por ti mismo «un plan de carrera» en esto que llamamos ser un profesional gastronómico con un perfil sólido y bien formado.
Tu formación y experiencia harán la diferencia
Así que como ya te lo expliqué, muchas veces va a depender de ti. Te cuento hasta ahora por dónde voy yo en este 2020, un año en que sin saber ha sido fundamental para la amplitud de mis esquemas en la parte estratégica, pero también en mis habilidades artesanales. Un sólido emprendedor gastronómico debe tener bajo su manga:
Destrezas, así sea básicas, que tengan que ver con su rutina
Porque cocineros hay para casi todo más allá del estilo de la cocina (mediterránea, asiática, la de tu país, fast food, etcétera). Dentro de todo ellos hay subespecializaciones que no te imaginas.
Así que si vas muy dentro de este mundo, pues comienza por aquella escuela de cocina que te de las técnicas que se originan en la cocina francesa y después te vas especializando.
Una disciplina específica, derivado de la cocina en general
Por ejemplo, a mi más que la cocina, me llamaba la atención el mundo panadero y amo un pan recién horneado. Por ello en mis aventuras de foodie, mi primera apuesta fue a refrescar esos cococimientos que hace años tenía guardados. Y comenzar con las técnicas de fermentación de panes hechos con masa madre.
Me ha faltado tiempo y organización para seguir practicando, pero mis experimentos han gozado de mucho éxito.
Complementos de tu actividad, que te apoyen a proyectarte
O en otras palabras, dar a conocer tu arte culinario. Pues si tienes el talento, la pasión y quieres comenzar a comunicarte, pues saber algo de redes sociales (Pinterest es indispensable para imágenes y recetas, por ejemplo), cómo desarrollar tu marca personal y más allá, hasta lo que hay detrás de una buena imagen de un plato, es ideal que lo aprendas.
En Venezuela hay profesionales prestigiosos de la fotografía. Aún tengo pendiente la formación completa con Maru Aveledo, pero siempre reviso los tips que da en su blog y algunos videos que ha compartido. Es una genia en lo que hace.
También dentro de mi caja de herramientas quise profundizar mis conocimientos de comunicación gastronómica. Aunque llevo rato desempeñándome como blogger en esta área, siempre consigues cosas por aprender y conocer gente nueva de este ámbito es de las cosas más fascinantes.
Formaciones que te den un panorama general del mundo del emprendimiento
Porque es muy difícil una escuela de cocina que tenga incluidas materias con la parte «dura» de llevar un negocio, a veces porque este mundo también es extenso por si solo.
Es por esto que programas como «La escuela del sabor» que llevan en conjunto Nestlé, Telefónica Venezuela y la escuela de cocina Chef Campus, pueden ser lo apropiado si estás pensando en iniciar un emprendimiento en esta área.
En este momento estas formaciones se están haciendo en línea justamente debido a la condición de seguridad para la prevención de la pandemia.
También en línea se están impartiendo la formación para la microempresarios en Banesco. Es un programa bandera de la responsabilidad social que desde hace mucho lleva esta institución financiera.
Y estos solo mencionando los que de alguna manera he tenido que ver, bien sea cursando o por personas del emprendimiento que conozco directamente. Realmente opciones hay muchísimas más.
De igual manera pienso que si tu foco, organzación y ganas de aprender no están presentes, no hay escuela de cocina que valga. No lo sabrás aprovechar, ni aumentarás tu base o conocimiento.
Yo además de mi eterno amor por el té, ahora también estoy profundizando mis conocimientos sobre el café y de esos detalles te enterarás muy pronto tanto en mis redes como en estos espacios.
En formaciones nunca escatimes ni te detengas. El momento es ahora y las oportunidades las creas tú mismo.
Imagen de cabecera cortesía de unsplash
Muy buenas recomendaciones. No soy de amar la cocina jajaja aunque cuando le pongo amor puedo hacer unos postres muy buenos. Pero si soy fiel creyente de la importancia de la formación. Gracias por todos los tips. Un abrazo.
Pues si, hay evidencias de unas tortas buenas por allí. Gracias, fíjate que tenemos otra coincidencia más. Un abrazo…